miércoles, 8 de febrero de 2012

Manuel Poggio: "El patrimonio documental es la síntesis del saber"

RAQUEL TOSTE

Cartas Diferentes es una publicación relativamente joven -nace en 2005- con el objetivo de difundir el patrimonio documental canario. El mundo del libro, las bibliotecas, los archivos y el patrimonio documental en general son los protagonistas de esta revista, que se aleja del ámbito exclusivamente científico, para llegar a un público más amplio.

Cartas diferentes quiere ser una publicación viva, con vocación de permanente renovación. La historia de Canarias desde otro punto de vista.

RTVC.es ha hablado con Manuel Poggio Capote, director de Cartas Diferentes, para conocer de primera mano los objetivos de la revista y qué puede encontrar en ella el lector.

¿Cómo surge este proyecto?

Los profesionales de la documentación en Canarias ya llevábamos mucho tiempo echando en falta un órgano de información donde tuvieran cabida todas las cuestiones relacionadas con el mundo documental. Antes de nosotros hubo en las islas otros intentos de hacerlo, y surgieron publicaciones tan serias como Parabiblos, en Gran Canaria, que por desgracia acabaron diluyéndose en el tiempo. Desde Santa Cruz de La Palma, un grupo de amigos supo atraerse el compromiso de algunos profesionales de todo el archipiélago y alentarnos para echar a andar un proyecto que, siendo enormemente ambicioso desde un principio, se ha visto superado a sí mismo en tan poco tiempo.

Gracias a Cartas Diferentes, los investigadores interesados en el patrimonio documental, los bibliógrafos, los bibliotecarios, archiveros, documentalistas... e incluso los filólogos, historiadores, libreros, editores, etc., tienen ahora un punto de encuentro en el que mostrar el resultado de su trabajo, difundir sus actividades, o simplemente ampliar sus conocimientos en una materia tan multidisciplinar como es la documentación.

¿Qué tipo de documentos podemos encontrar en los diferentes tomos?
Cartas Diferentes no es exactamente una publicación dedicada a publicar “documentos” (en el sentido en que se entiende normalmente este término). Para los que nos dedicamos a este mundo, un documento es cualquier objeto susceptible de contener información, sea cual sea el objeto y sea cual sea la información contenida. Por tanto, una real cédula es un documento como lo es mi propia partida de nacimiento, pero también lo es un petroglifo de La Zarza, el cuaderno de recetas de la abuela, el símbolo identificativo de un cantero, una fotografía almacenada en una tarjeta de memoria, una película de Súper 8, un disco de pizarra o un minidisc. Todo ello contiene información, y si un investigador es capaz de extraer el valor más profundo de esa información, Cartas Diferentes podrá convertirse en el documento que contenga sus conclusiones.

Por otro lado, el interés de la revista no se limita tampoco a la información, sino que se extiende a los propios objetos que la contienen. Por eso caben en la revista aportaciones sobre la conservación física de los documentos, sobre restauración y sobre las técnicas dedicadas a su correcta descripción. La biblioteconomía y la archivística son, por tanto, otros objetos de interés para nosotros.

Por todo esto resulta muy difícil concretar las fechas de los documentos sobre los que se ha tratado en Cartas Diferentes en los seis años que lleva publicándose, pero quizás podamos identificar un número mayor de estudios sobre escritores y obras de los siglos XVI y XVII. Aun así, no faltarán ejemplos de artículos sobre documentos anteriores (se me viene a la memoria alguno sobre las crónicas de la conquista, sobre archivos que albergan fondos anteriores a las propias crónicas, sobre libros incunables...); y tampoco son escasos los que tratan de temas mucho más actuales, como las nuevas tecnologías aplicadas a la documentación, la difusión en internet, etc., etc.


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