martes, 22 de marzo de 2011

La Laguna (Tenerife) cumple el deseo de Ossuna

Su esplendor impacta al cruzar el zaguán. La carpintería de tea, la cocina, el granero, las dependencias de los animales, el salón noble, el aljibe de piedra, la luz que lo inunda todo... La Casa de Ossuna ha rejuvenecido tres siglos. Lo ha hecho después de una rehabilitación en tiempo récord, de siete meses. Para celebrarlo, el Ayuntamiento de La Laguna organiza esta semana una jornada de puertas abiertas al inmueble del siglo XVII, donado a la ciudad por el historiador Manuel de Ossuna. Será una oportunidad única para admirarlo desnudo, con sus muros desprovistos de ornamentos y sin mobiliario.

Con esta obra de restauración integral, dirigida por el arquitecto Alejandro Beautell, la corporación local cumple con la voluntad de Ossuna, que deseaba que todo su legado –entre el que se encuentra el mayor archivo histórico privado del siglo XVI al XIX– estuviera a disposición de la sociedad. Además de apreciar esta "joya arquitectónica", como la definió ayer el alcalde del municipio, Fernando Clavijo, los visitantes que acudan esta semana –de 10:00 a 12:00 y de 16:30 a 20:00 horas– podrán realizar visitas guiadas y asistir a una representación teatral, a cargo de Burka Teatro, para conocer un poco más sobre la vida y las costumbres hogareñas de Manuel de Ossuna y su esposa, Enriqueta, que ya ayer estrenaron en la inauguración oficial a la que asistieron los principales responsables del Ayuntamiento y del proyecto.

El edificio volverá a ser sede del Instituto de Estudios Canarios (IEC) y acogerá un espacio museístico donde se expondrán las obras de arte, el mobiliario y la biblioteca de los Ossuna. "Después de 20 años dejaremos por fin nuestra sede provisional para volver a esta casa", recalcó Corbella, que asistió al acto de reapertura de la Casa acompañada de los exdirectores del IEC y premios Canarias, Wolfredo Wilpret y Antonio Tejera.

El instituto ocupará la segunda y tercera planta, mientras que en la planta baja funcionará el Museo de Ossuna. El único espacio compartido será el salón noble de la segunda planta, que será utilizado como salón de actos por el IEC y espacio de exposiciones.

La familia Ossuna era originaria de Santander. A principios del XVIII, uno de sus miembros hizo escala en Tenerife de camino a América y terminó quedándose para siempre. El último en habitar esta casa fue Manuel de Ossuna y Benítez de Lugo. Historiador, como su padre, se interesó por la cultura y custodió con celo el patrimonio familiar que había heredado hasta su muerte, en 1958. Desde entonces, un patronato, formado por el propio Ayuntamiento e instituciones civiles y eclesiásticas de la ciudad, custodia ese extenso patrimonio.



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