lunes, 25 de julio de 2011

Dilma Rousseff sostiene que los documentos más importantes de la dictadura militar brasileña fueron destruidos

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha sostenido que los documentos más importantes de la dictadura militar brasileña (1964-1985) fueron destruidos por las Fuerzas Armadas.

"Los documentos no eran secretos y fueron quemados todos", dijo Rousseff, quien durante su juventud fue presa política y víctima de torturas por parte del régimen de facto.

Para Rousseff, los militares eliminaron estas pistas sobre las violaciones a los derechos humanos de la dictadura antes de de los gobiernos de Fernando Henrique Cardoso (1995-2002) y de Luiz Lula da Silva (2003-2010).

"Estuve cinco años atrás de esos documentos desde la época en la que yo era ministra y mi impresión es que fueron destruidos, no ahora, ni en el gobierno de Lula, ni en el gobierno de Cardoso, fueron destruidos antes", dijo en una entrevista con cinco diarios brasileños.

El régimen traspasó el poder en 1985 al civil José Sarney, que gobernó hasta 1990, año en el que fue electo Fernando Collor de Mello, destituido en 1992. Ambos, senadores oficialistas, impulsan el secreto eterno en algunos documentos, contra la opinión de Rousseff.

"Recibí muchos archivos sobre el período de la dictadura, pero fui informada, también por muchos organismos y entes del gobierno que los documentos fueron quemados. Entonces pedí las pruebas de eso, quién dio la orden, la fecha, quien la ejecutó. Fueron quemados todos esos documentos", dijo Rousseff.

La mandataria impulsa una Comisión de la Verdad en el Congreso para investigar los crímenes de la dictadura militar, amparados por la Ley de Amnistía de 1979, que los gobiernos de Lula y de Rousseff ratificaron ante el Supremo Tribunal Federal (STF) cuando trató su posible derogación.


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