Actas de pleno digitalizadas que se remontan al año 1823, licencias de obras particulares que datan de 1841 hasta la actualidad, y padrones de habitantes desde 1838. Estos son algunos de los "tesoros" que alberga el Archivo Municipal de la Villa de La Orotava, a los que se suman otros documentos públicos y privados de gran valor, como el fondo Lugo y Massieu, que se pueden consultar. Libros que superan los cuatro kilos y papeles curiosos, como el proyecto de la eléctrica, también descansan entre las paredes del inmueble, ubicado en el número 1 de la calle de San Sebastián.
El Archivo nació en el mismo el momento en que el municipio tuvo independencia en la gestión, generándose documentos que conllevaron su puesta en pie. Este proceso ha pasado por varios avatares, como el incendio ocurrido en 1841, en el que se perdió la mayor parte de la documentación que existía hasta el momento. Actualmente, esta residencia de la memoria alberga textos que datan del siglo XIX, hasta los más recientes que se originan en todas las oficinas municipales, contabilizándose en unas 14.000 unidades de instalación, 3.900 libros administrativos, además del fondo audiovisual, fotográfico y diversas colecciones.
La directora de este recurso, Concepción Perdomo, asegura que entre los documentos que más consultan los usuarios se encuentran las actas de las sesiones plenarias, ya que condensan numerosa información, seguidas de los padrones de habitantes, porque hay muchas personas que quieren localizar a sus antepasados, y los fondos urbanísticos, dado que permiten conocer los planos originales en el caso de ejecutar una reforma en una vivienda antigua o de presentar una reclamación.
El Archivo nació en el mismo el momento en que el municipio tuvo independencia en la gestión, generándose documentos que conllevaron su puesta en pie. Este proceso ha pasado por varios avatares, como el incendio ocurrido en 1841, en el que se perdió la mayor parte de la documentación que existía hasta el momento. Actualmente, esta residencia de la memoria alberga textos que datan del siglo XIX, hasta los más recientes que se originan en todas las oficinas municipales, contabilizándose en unas 14.000 unidades de instalación, 3.900 libros administrativos, además del fondo audiovisual, fotográfico y diversas colecciones.
La directora de este recurso, Concepción Perdomo, asegura que entre los documentos que más consultan los usuarios se encuentran las actas de las sesiones plenarias, ya que condensan numerosa información, seguidas de los padrones de habitantes, porque hay muchas personas que quieren localizar a sus antepasados, y los fondos urbanísticos, dado que permiten conocer los planos originales en el caso de ejecutar una reforma en una vivienda antigua o de presentar una reclamación.
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